Frente al ábside lateral izquierdo
Recuerda que puedes descargarte este archivo siempre y cuando estés registrado.Por cierto, antes se me olvidó comentarles que, al depender del Monasterio de Oña, este priorato también estuvo atendido por benedictinos. Los llamados “monjes negros”, por el color de su hábito, permanecieron aquí hasta la Desamortización de 1835. Después, el Monasterio pasó a manos privadas.
No recuerdo, exactamente, pero debió ser algún Abad benedictino, quien allá por el siglo XVI encargó la realización de estas pinturas. Su imagen actual, como podrán suponer, es fruto de la última restauración. Con el paso del tiempo habían quedado casi irreconocibles. En cambio, hoy es fácil discernir, entre otros elementos, la figura del Crucificado y el blasón de Castilla.
Seguramente a partir de ahora sea más fácil su conservación. ¿Por qué? Muy sencillo, ustedes no pueden verlo. No tienen tanta libertad de movimientos como yo, pero se han colocado una serie de aparatos, sensores, creo que los llaman, que controlan aspectos como la temperatura y la humedad. Así, sabiendo cómo se encuentra el templo en cada momento es mucho más fácil prevenir posibles daños o alteraciones. ¡Ay!, si en mi época hubiésemos tenido estos adelantos!